La resaca que el desplome inmobiliario ha dejado en el sector financiero está siendo bastante peor que la propia crisis. Ahora que las ventas empiezan a repuntar y el descenso de precios ha tocado fondo, la herencia que ha dejado el parón del ladrillo en los bancos y cajas está revelando su verdadero rostro a modo de más morosidad, más pérdidas y, por extensión, más provisiones. Lo que incide a la baja en los márgenes de las entidades. Según ha publicado hoy el Banco de España, los créditos de dudoso cobro concedidos a las inmobiliarias han rebasado al cierre de 2009 la cota psicológica del 10% por primera vez desde que arranca la serie histórica en 1999.
Fuente:Elpais.com
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jueves, 18 de marzo de 2010
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